lunes, 1 de abril de 2019

Nuclear - Emma López-Alonso Conty

Nuclear: la energía del futuro.




Es el año 2050, la mayoría de las personas del mundo viven en grandes ciudades. Coches totalmente eléctricos y autónomos circulan por las calles, casas inteligentes, y este verano te esperan tus primeras vacaciones en el espacio. Este es el futuro parece sacado de una película de ciencia ficción, pero como sabes, la realidad supera a la ficción. Solo nos separan 31 años de este escenario futurista que muchos imaginamos y esperamos. No son ideas disparatadas, como dijo DeGrasse Tyson hace solo 20 años que pensábamos que las nubes se encontraban únicamente en el cielo y ahora todo el conocimiento de la humanidad, conocido hasta la fecha, es albergado en una nube digital.
El progreso y la tecnología están en constante evolución y no se van a detener. Las demandas energéticas de semejantes avances han de ser satisfechas con las más innovadoras fuentes de energía. Entre las que se encuentra la nueva generación de energía nuclear, los nuevos diseños de reactores de fisión nuclear que darán tiempo para poder desarrollar los futuros reactores de fusión.


Ventana a tu futuro. Cortesía de ©Disney.

Los nuevos diseños de reactores de fisión deben promover la disponibilidad de sistemas y suministro a corto y largo plazo, y el aprovechamiento de combustible para la producción de energía en todo el mundo.
La fusión, por su parte, ha sido denominada el 'santo grial' de la tecnología energética, teniendo un gran potencial para ayudar a hacer frente al desafío energético. La fusión nuclear está siendo ampliamente estudiada en todo el mundo como la energía del futuro.
Estas tecnologías no serán las únicas del futuro, las renovables sin duda estarán presentes en el mercado energético, pero supondrán la única alternativa energética capaz de suministrar la energía necesaria, de la que el ser humano podrá disponer con seguridad y abundancia, de varios órdenes de magnitud superior a cualquier otra.
En este capítulo se pretende aportar al lector una visión general, tanto de las nuevas tecnologías de fisión como las futuras plantas de fusión.

Fisión Nuclear.
La fisión nuclear ocurre cuando un núcleo de un átomo pesado captura un neutrón y se divide en dos o más núcleos de átomos más ligeros (productos de fisión), emitiendo grandes cantidades de energía. El calor generado mediante la fisión genera vapor que moverá la turbina para producir el movimiento de alternadores que transforman dicho trabajo mecánico en energía eléctrica en una central nuclear.
En este momento, gran parte del parque nuclear de todo el mundo va a desmantelase y es preciso establecer un programa de nuevas instalaciones, las centrales del futuro. Estas centrales suponen un salto tecnológico y ya existen nuevos reactores instalados bajo el concepto de Generación III/III+, aunque otro grupo de reactores están en desarrollo, denominados Generación IV. Para estos últimos es necesario invertir tiempo y recursos en investigación de los diseños.
Estos reactores se basan en una serie de nuevos principios entre los que se encuentran: la sostenibilidad, economía, seguridad y fiabilidad. Los diseños destacan por su seguridad y fiabilidad, reduciendo al mínimo la probabilidad de daños en el núcleo del reactor y eliminar la necesidad de adoptar medidas de emergencia de fuera de la planta.
Las centrales de Generación III y III+ son una evolución basada en la experiencia adquirida de las centrales previas de Generación II. Estas mejoras afectan sobre todo a los sistemas de seguridad, operatividad y fiabilidad de las centrales y su estandarización. Las medidas de seguridad implementadas son sistemas de seguridad pasivos, cuyo funcionamiento se debe a fenómenos físicos como la gravedad sin necesidad de ningún tipo de energía eléctrica externa, y que actúan solos cuando la central se desvía de su modo normal de operación. Estas centrales ya están en construcción o funcionando en numerosos emplazamientos.
Las centrales de Generación IV, a diferencia de las centrales de Generación III, engloban nuevos diseños, pero sin olvidar las lecciones aprendidas de las centrales previas. Estos reactores utilizarán otro tipo de refrigerante a parte de agua, como el sodio o el helio, y serán capaces de utilizar como combustible el combustible usado en las plantas que están en funcionamiento actualmente, lo que se denomina ciclo cerrado de combustible para la conversión eficiente de los residuos. No solo se podrán utilizar en generación eléctrica, sino que también se podrán aplicar en otros muchos campos como en la generación de hidrógeno, sistemas de transporte, exploración espacial o para generación térmica. En la Figura 1 se pueden observar los esquemas y diagramas de las nuevas plantas de fisión.


Fig.1. Diagramas de los reactores de Generación IV.  (Foto © gen-4.org)

Estos diseños no están en desarrollo actualmente ya que plantean grandes desafíos que están en fase de investigación sobre todo en materiales y combustible. Algunos de estos diseños de reactores podrían ver la luz en la próxima década, con despliegue comercial a partir de 2030.Tanto Francia como Rusia están desarrollando diseños avanzados de reactores rápidos de sodio para demostraciones a corto plazo. También se espera que se construya un prototipo de reactor rápido en Rusia en el marco de tiempo de 2020.
Existen también otro tipo de reactores nucleares denominados reactores modulares pequeños. En la Figura 2 se puede observar un prototipo de estos nuevos reactores, en los que el reactor, contención y sistemas están localizados en un mismo módulo, lo que proporciona mayor seguridad ante posibles incidentes. Estos reactores se abrirán camino en el mercado para satisfacer la necesidad energética en un futuro a corto plazo y serán capaces de generar electricidad de forma flexible y asequible a todos los rincones del planeta para una variedad más amplia de usuarios y aplicaciones. Estos reactores modulares pueden desplegarse como central de un solo módulo o de varios módulos, ofreciendo la posibilidad de combinar la energía nuclear con fuentes de energía alternativas, incluida la energía renovable.


Fig.2. Ejemplo de Reactor Pequeño modular NuScalePower Reactor. (Foto © NuScalePower, LLC)


Fusión Nuclear.
La fusión nuclear es la energía de las estrellas, la energía de nuestro sol. En su núcleo se producen reacciones de fusión de núcleos de hidrogeno para formar helio, liberando en el proceso grandes cantidades de energía electromagnética que llegan a nuestro planeta en forma de luz y calor.
Hace más de 50 años comenzó la investigación en fusión nuclear, pero todavía no se ha conseguido desarrollar un método capaz de generar fusiones nucleares en una tasa lo suficientemente alta para que la energía producida pueda ser utilizada para generación eléctrica con fines civiles.
La fusión nuclear es la reacción nuclear por la que dos núcleos de átomos ligeros, en general hidrógeno o sus isotopos (deuterio y tritio) se unen para formar uno de mayor peso atómico, convirtiéndose parte de la masa de los reactivos en energía.
La opción de combustible más utilizada y la más viable hasta la fecha es la reacción de deuterio y tritio. El deuterio es un isótopo del hidrógeno que se encuentra de manera natural, pudiéndose extraer de la molécula de agua, por lo que los océanos serían una fuente casi inagotable de este producto. El tritio por su parte es un isótopo artificial y por tanto debe ser producido a partir de irradiación neutrónica de litio.
Para obtener reacciones de fusión se debe crear un medio tan denso que los núcleos no tengan casi ninguna posibilidad de escapar, superando las fuerzas de repulsión, y se fusionen entre sí. La primera de las dificultades encontradas para su desarrollo es que el proceso se debe iniciar mediante un gran aporte energético. Otras de las dificultades para producir reacciones de fusión en una tasa elevada, es que el combustible ha de ser confinado, comprimido y calentado hasta alcanzar un estado de plasma, compuesto por electrones libres y átomos ionizados, con temperaturas de millones de grados y presiones del orden de Mbar (un millón de veces la presión atmosférica). Las condiciones para la obtención de la fusión nuclear se resumen en una combinación adecuada de temperaturas, densidades y confinamiento que se denominan criterio de Lawson.
Un plasma siempre tiende a expandirse libremente como lo hace un gas, que tiende a ocupar la totalidad del recipiente donde está contenido. En la cavidad de un reactor de fusión nuclear es necesario garantizar el confinamiento y control del plasma el tiempo necesario para que se produzca la reacción, para ello es necesario lograr una densidad del plasma para que los núcleos estén cerca y puedan dar lugar a las reacciones de fusión. Sin embargo, los confinamientos convencionales, con paredes de vasija, no son factibles debido a las altas temperaturas del plasma. Por lo tanto, para confinar el plasma se necesita invertir energía en mantenerlo en unas determinadas condiciones de presión, densidad y temperatura. Hay dos métodos posibles de confinamiento del plasma: fusión por confinamiento inercial, y fusión por confinamiento magnético. En el primero tipo, una diminuta cápsula de combustible se comprime mediante láseres de gran potencia, de manera que el plasma se confina durante muy poco tiempo, pero a densidades extremadamente altas. En el confinamiento magnético, un plasma de baja densidad se confina mediante campos magnéticos que lo mantienen en trayectorias cerradas. En este tipo de confinamiento existen dos diseños: los Tokamak, con forma toroidal, y los Stellarators, con forma helicoidal más compleja.
Vamos a explicar con más detalle cada uno de los tipos de confinamiento, las posibles centrales del futuro y los retos a los que se tendrá que hacer frente para hacerlas posible.

Fusión por Confinamiento Inercial (FCI).
En el proceso de ignición en la fusión por confinamiento inercial, una cápsula de combustible (deuterio y tritio), se comprime por la aceleración que sufre debido a la absorción de gran cantidad de energía, provocando que su parte exterior se evaporare y que, por conservación del momento cinético, la parte interior se vea empujada hacia dentro, comprimiéndose y calentándose.
La cápsula de combustible se denomina “blanco de fusión” con un diámetro de unos milímetros, que contiene en su interior el combustible. La parte exterior de la cápsula se denomina ablator y la interior pusher debido a la función que cumplen cada uno en el proceso. En la Figura 3 se puede ver el diagrama de la cápsula y donde está contenida, así como el tamaño de estas en comparación con la pupila humana.


Fig.3. Diagrama del blanco y capsula de combustible.  (Foto © IInl.gov)

La energía necesaria para la ignición se deposita mediante una fuente denominada sistema accionador o driver, que consigue que la cápsula pase a estado de plasma y parte del combustible comience a fusionar. En este caso, este sistema accionador se compone por un sistema de láseres. Por ejemplo, en la instalación de prácticas NIF (National Ignition Facility) en EE. UU, el sistema de láseres consta de 192 haces de láser, capaces de generar 2.1 Mega Julios de potencia, récord batido en julio de 2018.


Fig.4. Cámara de blancos en las instalaciones de NIF. (Foto ©IInl.gov)

Estos láseres hacen blanco en la cápsula de combustible en una cámara, denominada cámara de blancos, de forma esférica con 10 metros de altura. En la Figura 4 se puede ver el exterior de dicha cámara con el sistema de láseres apuntando hacia el interior de esta. En la siguiente figura, Figura 5, se tiene una visión del interior de la cámara de blancos, donde se observan los agujeros de los 192 láseres que apuntan hacia el centro de esta.


Fig.5. Cámara donde se sitúan los blancos en NIF. (Foto ©IInl.gov)

El objetivo a largo plazo es que en una hipotética central de fusión inercial se produciría un ritmo constante de igniciones de cápsulas en la cámara de blancos. Los neutrones calentarían la cámara y está energía a su vez se transferiría a un refrigerante situado en las paredes, siendo un ciclo de producción de energía similar al de cualquier central de producción eléctrica actual que opera con una turbina.
Actualmente, no está disponible ningún ejemplo de planta de potencia para uso civil o comercial, solo se encuentran instalaciones de investigación. La instalación de prueba más avanzada de un reactor de fusión por confinamiento inercial es el National Ignition Facility (NIF), construida en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (LLNL) en EE. UU y Laser MegaJoule en Francia operativa desde octubre 2018. El NIF está diseñado para la demostración de producción de energía de fusión con un disparo simple, es decir, demostración de ganancia de energía con un solo blanco. Las figuras, Figura 3-5, muestran la instalación experimental NIF. La tarea principal de la instalación Laser MegaJoule son los cálculos de refinamiento para la fusión por confinamiento inercial. La instalación consta de 240 tubos de láseres capaces de generar 1,8 MJ. En la actualidad, se ha terminado la fase de construcción de la instalación que tendrá fines militares únicamente, aunque se dejará la realización de algún experimento civil (Fig. 6), la instalación se localiza en el sur de Francia en un emplazamiento secreto.


Fig.6. Izquierda: Vista del interior de la cámara de blancos. Derecha: imagen de la planta de investigación de Laser MegaJoule en Francia. (Fotos © CEA)

La prolongación natural de un proyecto como el NIF seria que las condiciones de un solo disparo, el uso de un único blanco, se produjeran de forma repetitiva tanto en el sistema de láser como el de inyección de blanco. El objetivo de dicha instalación sería la capacidad de producir energía y producir tritio como parte de un ciclo cerrado de producción de combustible y poder tener todo lo necesario para una planta de fusión operativa en el mismo emplazamiento. Este nuevo proyecto, también desarrollado por el laboratorio LLNL, se denomina Inertial Fusion Engine (LIFE). Se ha desarrollado un diseño de sistemas para LIFE, ver boceto de la Figura 7 para la planta LIFE, que podría llevar a una central eléctrica operativa a mediados de la década del 2020 y distribución de energía generada por fusión en la década de 2030. Aunque todavía queda mucho trabajo de desarrollo técnico por delante.


Fig.7. Esquema de lo que será la futura planta de fusión con el proyecto LIFE. (Foto © LLNL)

Al otro lado del océano se encuentra la instalación HiPER (High Power laser Energy Research, Investigación sobre Energía con Láseres de Alta Potencia) que permitirá a Europa tomar el liderazgo en cuanto al desarrollo de la obtención masiva de energía por fusión Inercial. Este proyecto tiene como principal objetivo un enfoque para la producción de energía a nivel de planta comercial. Para ello se ha de pasar de la demostración de laboratorio con un sistema más eficiente de compresión y calentamiento a soluciones tecnológicas más avanzadas en materiales y, al igual que LIFE, con un sistema repetitivo de blancos. Este nuevo enfoque establecerá una línea temporal a largo plazo para la generación de energía en condiciones de reactor o planta de potencia de uso civil. En la Figura 8 se puede ver el diseño de la planta de reactor HiPER, la instalación se encuentra en la fase de diseño y evaluación de tecnología con una fecha de comienzo de construcción no antes del 2025.
Las mayores diferencias entre el proyecto LIFE y el proyecto HiPER son en el tipo de blanco utilizado y la protección interna de las paredes del reactor, la cámara de blancos.


Fig.8. Diseño de la futura planta de HiPER. (Foto ©hiper-laser.org)

LIFE utilizará los denominados blancos indirectos como los de NIF. En estos blancos, la esfera de combustible esta introducida en una cápsula (ver Figura 3). La energía láser no se deposita directamente sobre la esfera de combustible, sino que primero se convierten en rayos X en las paredes internas de una cápsula. Estos rayos X comprimen y calientan el combustible hasta su ignición. Este tipo de blancos son menos eficientes, pero están más desarrollados y tienen menos inestabilidades a la hora de la compresión del combustible. HiPER utiliza los denominados blancos directos, en los que la energía del láser se deposita directamente en la esfera de combustible.
La segunda diferencia está en el revestimiento del reactor. Esta diferencia nace también de la diferencia de blancos utilizados. En ambos blancos el 70% de la energía de fusión es emitida en forma de neutrones energéticos. Mientras que en los blancos indirectos (LIFE) el 30% restante es fundamentalmente radiación X, en los blancos directos (HiPER) ese 30% son iones rápidos. Esta diferencia hace que se utilicen diferentes modelos de paredes de reactor en ambos casos: en el caso de LIFE, para contrarrestar el efecto de los rayos X, la cámara se llenará de gas Xe que absorberá la energía y la depositará sobre las paredes; y en el caso de HiPER, la pared del reactor constará de una pared interna de wolframio que hará de escudo protector.

Fusión por Confinamiento Magnético (FCM).
Como se ha descrito en la introducción, para alcanzar la ignición se requiere producir y mantener un plasma confinado durante el tiempo suficiente y bajo las condiciones necesarias como para que se produzca un número suficiente de reacciones de fusión. Una de las opciones para conseguirlo es el denominado confinamiento magnético.
En el confinamiento magnético, el combustible es calentado de manera que los choques entre partículas son producidos por agitación térmica. Las partículas eléctricamente cargadas del plasma son controladas mediante campos magnéticos. A lo largo de estas líneas de campo magnético, las partículas deben moverse describiendo hélices. Las líneas se cierran sobre sí mismas, contenidas en una región limitada de espacio, las partículas quedarán confinadas en densidades no tan elevadas, pero durante más tiempo por lo que se podrán conseguir más reacciones de fusión. La fuerza de Lorentz es la encargada de desviar la trayectoria de las partículas del plasma y mantenerlas en el sistema. Debido a las fuerzas electromagnéticas implicadas, no es suficiente el campo toroidal para confinar el plasma, y se hace preciso modificar éste con una componente poloidal. Es en el método seguido para generar esta componente donde reside la principal diferencia entre las dos tecnologías principales: el Tokamak y el Stellarator.
En la Figura 9 se muestran un esquema de las dos tecnologías, en la izquierda el Tokamak y en la derecha el Stellarator, donde se observan a simple vista las diferencias entre ambos sistemas. Los primeros modelos de fusión magnética desarrollados fueron los norteamericanos Stellarator con un campo generado directamente en un reactor toroidal, con el problema de que el plasma se filtraba entre las líneas del campo. El dispositivo más desarrollado para fusión por confinamiento magnético es el diseño Tokamak. Sin embargo, el mayor reactor de este tipo, el JET (Joint European Torus, 'Toro Común Europeo') no ha logrado mantener una mezcla a la temperatura (1 millón de grados) y presiones necesarias para que se mantuviera la reacción a largo plazo. Situado en UK, JET es el resultado del consorcio de más de 40 laboratorios europeos. Se estima que estará operativo hasta finales de 2019. Diseñado expresamente para estudiar el comportamiento del plasma en condiciones cercanas a las necesarias en un reactor. Produjo su primer plasma en 1983, y su mayor hito fue cuando consiguió la fusión nuclear controlada en 1997 (17 MW en un segundo). Este reactor ha sido modificado, como se puede ver en la Figura 10, para asemejarse al que será el próximo gran proyecto de fusión por confinamiento magnético, el ITER, explicado a continuación.


Fig.9. Diagrama de los reactores de fusión por confinamiento magnético. Izquierda el diseño ruso Tokamak y derecha el diseño norteamericano, Stellarator.

Desde 1986, en un esfuerzo internacional para lograr la fusión, se ha comprometido la creación del mayor reactor de fusión tipo Tokamak, denominado ITER (Reactor Termonuclear Experimental Internacional), proyecto liderado por la Unión Europea y en el que participan 35 naciones incluida EE.UU., Rusia, Japón, India, Corea del Sur y Suiza.
En la actualidad ya se han alcanzado las temperaturas y densidades necesarias para producir fusión en los tokamaks existentes, pero la ganancia de energía está limitada por el tamaño de las instalaciones. A mayor envergadura, mayor será la ganancia de energía y ese es el objetivo de ITER, el cual tendrá dos veces el tamaño de JET (el Tokamak con mayor tamaño hasta ITER). ITER se está construyendo desde el 2010 en el sur de Francia en Cadarache y se espera que obtenga su primer plasma en 2035.


Fig.10. Vista interior del Tokamak europeo JET, donde se está mejorado la pared y el desviador para asemejarlos a ITER. (Foto © iter.org)

El objetivo de ITER es producir unos 500 MW, usando 50 MW para la ignición de un gramo de combustible de tritio durante al menos unos 500 s. En la Figura 11 se muestra un diagrama del reactor ITER. Este reactor sigue siendo un reactor experimental, es decir, no está destinado a producir energía de modo continuo para su distribución a la red eléctrica.
Para lograr la generación de energía se necesitaría construir otro prototipo de reactor comercial. Este proyecto se llama DEMO (DEMOnstration Power Plant). Este proyecto tiene como fin la producción de energía en modo continuo, se espera que pueda producir 1.5GW de energía eléctrica (un reactor de fisión actual genera entorno a los 900MW). Su construcción está prevista que comience alrededor de 2030, para estar en operación en 2040 y cumplir sus objetivos antes del 2050. El diseño de DEMO no ha sido seleccionado formalmente, se basará en las lecciones aprendidas en cuanto a física y tecnología validada en ITER anteriormente. Los principales objetivos de DEMO serían: la producción de energía con conexión a la red eléctrica, obtener la cantidad de tritio necesaria para cerrar el ciclo de combustible y demostrar toda la tecnología para la construcción de futuras centrales comerciales.


Fig.11. Diagrama de ITER. (Foto © ITER.org)

Una vez sentadas las bases para futuros reactores comerciales se necesitarán diseños para esos reactores de futuro, ahí entra PROTO (PROTOtype Power Plant), el primer prototipo de reactor comercial de fusión comercial, aunque no está diseñado en detalle, la propuesta se basa en simultanear la construcción de un proyecto combinado DEMO/PROTO con ITER. Se introducirían mejoras en ITER y se diseñaría DEMO de tal forma que permitiera su transformación a PROTO sin necesidad de otro proyecto por separado

Retos por cumplir. 
Para demostrar la viabilidad de la fusión, tanto por confinamiento inercial como por confinamiento magnético es necesario todavía un gran desarrollo de la tecnología e ingeniería relacionada con materiales, códigos, diseños, etc. Actualmente existen numerosos proyectos en marcha con este propósito, como por ejemplo el caso de IFMIF (International Fusion Material Irradiation Facility). IFMIF forma parte de los programas internacionales para la consecución de la fusión como fuente de energía y tiene como objetivo el reproducir las mismas condiciones de radiación duras del interior de un reactor de fusión por confinamiento magnético para la validación y estudio de materiales para un futuro reactor de fusión. Esta planta se considera clave para poder diseñar DEMO en base no solo a la información obtenida en ITER sino también en base la información obtenida sobre el comportamiento de los materiales bajo la radiación neutrónica esperada.
Las instalaciones experimentales, tanto ITER como NIF, permitirán además de demostrar que es posible dominar la física de la fusión nuclear en los dos caminos termonucleares posibles, disponer de un banco de pruebas para el desarrollo de las nuevas tecnologías que sustenten un reactor de fusión a nivel comercial. Se necesita también ir dando los pasos necesarios para diseñar y demostrar los sistemas que compondrán dichos reactores de potencia.
Algunos de los retos a los que hay que hacer frente para lograr las plantas de potencia, tanto inercial como magnética, están mencionados brevemente a continuación:
-Tecnología eficiente de los superconductores que generarán los campos magnéticos deseados en la FCM.
-La consecución de largos tiempos de confinamiento que lleven a un plasma con suficientes reacciones de fusión.
-Obtener unos blancos de alta ganancia con energía generada por FCI del orden de 50 a 1000 veces mayor que aquella proporcionada por los láseres.
-Los materiales capaces de aguantar las cargas térmicas y las altas dosis de radiación.
-Diseño y elección final del manto reproductor de tritio para poder regenerar tritio que alcance no solo a reponer lo gastado, sino producir al menos un 20% más.
-Fabricación de blancos de bajo coste.
-Cámara de reacción de larga vida operativa.
-Definición y establecimiento de los niveles de radiactividad en los diversos puntos del sistema.

Solo destacar que algunos de los objetivos en el área de tecnología del reactor de potencia como la cuestión de materiales, tritio o sistemas de planta son comunes a ambas tecnologías de fusión.

Punto final.
¿Merece la pena?, ¿merece la pena todo el esfuerzo e inversión en estas nuevas tecnologías? La contestación a esta pregunta es sencilla, SI. Merece la pena toda la investigación que se está llevando a cabo para poder resolver el problema que amenaza las sociedades del siglo XXI y posteriores, la falta de suministro eléctrico.
Los nuevos reactores de fisión y las futuras plantas de fusión nuclear, en una u otra de sus versiones tecnológicas, son la opción más clara para el futuro del abastecimiento energético de una sociedad que cada vez demanda y demandará más energía.
Sin olvidarnos claro está de otro tipo de energías, como las energías renovables que tendrán un papel fundamental en nuestro futuro energético esperando un incremento de su uso que pasará de un 25% actualmente a 37% en 2040.
Se debe asumir un modelo de generación eléctrica que debe combinar diferentes fuentes de energía sostenibles con el medio ambiente (nuclear y renovable) con una óptima red de distribución. Así se asegurará el suministro de energía necesario para ver el futuro que todos esperamos.


Referencias:
[1] Jóvenes Nucleares. Sociedad Nuclear Española. Curso básico de Fusión Nuclear. Septiembre de 2017, Madrid. ISBN: 978-84-697-5718-5
[2] Jóvenes Nucleares. Sociedad Nuclear Española. Curso Básico de Ciencia y Tecnología Nuclear. Depósito legal: M-24599-2013
[3] Advances in Small Modular Reactor Technology Developments. IAEA Advanced Reactors Information System (ARIS). IAEA. 2018 Edition
[10] Laser MegaJoule: http://www-lmj.cea.fr/index-en.htm

Emma López-Alonso Conty
Doctora en Ciencia y Tecnología Nuclear.

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